“Ninguna cosa grande fue llevada a cabo sin entusiasmo, y éste se alía con la imaginación”. Reflexión de Waldo Emerson, filósofo estadounidense.
Y fue Aristóteles quien dijo que había que hacer algo con el lenguaje, debía convertirse en algo sorpresivo, porque todo lo que no se espera causa admiración y por lo tanto placer. Y eso ¡Es un regalo!
Mediante la imaginación podemos «ver sin ver», es decir, somos capaces de reproducir en imágenes todo cuanto queramos, ya sea real o falso.
Porqué no andar descalzos por la imaginación para seguir caminando mientras otros se detienen.
La imaginación y la creatividad son fuentes de energía, el desafío que pone en movimiento nuestras mentes ahora de docentes, ahora de alumnos.
Porqué no buscar un sabor, un color, para la alegría… Porqué no podemos saborear travesuras, lugares o sentimientos y convertirlos en palabras…
Éste instante hay que aprovecharlo, es un instante muy valioso, es el momento en que el niño percibe que puede divertirse con esas grandes, pequeñas o traviesas maravillas que son las palabras.
En el plano afectivo y sentimental la imaginación ejerce una función importante. Por dos razones: primero como la causa de variaciones en el estado de ánimo: mediante la imaginación podemos provocarnos sentimientos de tristeza o alegría a través de la creación de situaciones o imágenes conflictivas o placenteras. Y en segundo lugar podemos utilizarla en sentido inverso: para atenuar o reforzar una sensación.
Tal vez lo más importante de esta facultad mental sea el aspecto creativo de la misma. Podemos imaginar e inventar sin límite alguno, sabiendo que no tiene por qué ser algo real. Aquí radica uno de los más grandes legados del género humano: el arte. Sin imaginación no existiría la expresión artística en cualquiera de sus modalidades (pintura, música, literatura, etc.). Tampoco existiría el progreso, pues no habría inventores ni investigadores, que fundamentan su trabajo en la imaginación.
En definitiva, percepciones, vivencias, conceptos y pensamientos pueden ser combinados constituyendo uno de los fenómenos psíquicos más enriquecedores de la esencia humana.